Opinión S.
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Acudí al centro para eliminar unas verrugas faciales que me resultaban antiestéticas. Como me dijeron que si me las quitaba todas me hacían descuento, accedí a ello. Pues bien, al final, me han quedado marcas en TODAS las verrugas que me quité. Pero, eso no es lo peor de todo, en la que tenía más visible y más miedo tenía de que me quedará marca, el láser me ha afectado a la piel sana, así que ahora tengo una cicatriz aún más grande que la verruga que tenía. Un desastre.
Aparte, quería mejorar el aspecto de mi piel, y como son distribuidores de la marca “Doctor Babor” me recomendaron un tratamiento que, básicamente, son unas cremas muy muy caras, (exactamente 130€ en mi caso), pero que, como cualquier crema solo actúa de forma superficial y que no me mejoraron en NADA el aspecto de la piel. Así que, 130€ tirados a la basura.
Más tarde, me sometí a un tratamiento con ácido hialurónico, para corregir los surcos nasogenianos y las ojeras. El médico me dijo que el precio del tratamiento era de 300€, no me explicó que este tipo de inyecciones van por viales y que un vial tiene un precio X dependiendo de la clínica o marca. Normalmente, un vial sirve para tratar una sola zona, así que era un precio muy por debajo de lo que ofertan la mayoría de clínicas. Obviamente, había gato encerrado.
El caso es que sin yo pedírselo, me lo inyectó en la zona del entrecejo lo que me causó un bulto muy antiestético. Al día siguiente, fui para decirle que no me gustaba nada ese bulto y que además la zona de los surcos se notaba todavía mucho. Me dijo que lo del entrecejo estaba bien y no se quiso hacer responsable, y en los surcos me dio un par de pinchazos rápido y corriendo de mala manera sin decirme si quería anestesia, supongo que porque no me lo cobró y quería quitarse el tema de encima.
Con el paso del tiempo, vi que un lado del surco se notaba mucho más que el otro, así que pedí cita para que me lo revisará, entonces sí que me dijo lo de los viales y que estimaba que necesitaría medio vial, es decir, que en un primer momento con un vial le llegaba para los dos surcos nasogenianos, las dos ojeras y además le “sobraba” para inyectar también en el entrecejo y, ahora, para un solo surco necesitaba medio vial. Curioso el cambio de criterio. Me rebajó algo el precio, y accedí. Pues bien, de nuevo volví a pecar de inocente, porque resulta que me ha dejado un bulto en la zona y además, ni siquiera se ha quedado parecido al otro lado.
Pensé en ir y decirle que me lo solucionara, ya que, descubrí por internet, que existe un compuesto llamado hialuronidasa, que sirve, precisamente, para corregir los efectos indeseados en las infiltraciones con ácido hialurónico.
Al final, como sabía que me iba a decir que estaba todo bien, como me había pasado anteriormente, y tampoco me apetecía demasiado ponerme en sus manos, dados los malos resultados, decidí dejarlo así. Más aún, teniendo en cuenta que es una técnica que requiere de habilidad, así que he preferido no tentar de nuevo a la suerte.
En resumen, desconfiad de una clínica que ofrece precios muy por debajo de lo que lo hacen otras, porque nadie regala nada.
Es mejor que alguien os hable con franqueza y os diga lo que cuesta realmente un tratamiento y después decidáis. Lo barato sale caro, y no solo económicamente.
Aparte, no recomiendo para nada los tratamientos de la marca “Doctor Babor”. Seguramente, consigáis iguales o mejores resultados con cualquier crema que podáis encontrar en un supermercado.
Mi sentimiento es que, al ser la primera vez que iba a una clínica de estética, he pecado de ingenuo y además he tenido la mala suerte de caer en las manos de alguien que no ha demostrado tener ninguna profesionalidad. No me he sentido para nada escuchado como paciente y en tratamientos estéticos es aún más importante que en otros servicios, porque un mal resultado puede dejarte secuelas de por vida, como me ha pasado a mí.
